Una historia. Un punto de encuentro, dos vidas distintas.
Mi pareja es treinta años mayor que yo. Conocí a Javi en un pueblecito llamado El Ganso mientras hacíamos el Camino de Santiago hace más de siete años. Las coincidencias hicieron que nos presentaran en ese pueblo de la provincia de León el 13 de agosto de 2009. Desde entonces anduvimos juntos el resto del camino en grupo, también junto a unas chicas valencianas y otro chico italiano que ambos habíamos conocido un par de días antes, pero por separado.
Cuando se juntaron nuestros caminos
Yo había empezado a andar en León y él venía de Roncesvalles, cuando “El Ganso” juntó nuestros caminos. El cariño hizo que se formara una gran familia en el Camino… Y compartiendo experiencias e ilusión llegamos a Santiago, uno de los momentos más emotivos y especiales que recuerdo.
Recuerdo que no esperaba nada del Camino cuando salí de Barcelona. Tenía un par de semanas en las que no sabía qué hacer antes de irme a Alemania para buscar casa, puesto que ese año me iba de Erasmus. Pero me decidí porque tenía muchas ganas de probar la experiencia de estar varios días andando. Y así fue, me fui sola pero sólo estuve sola unas horas. El camino es así, te impregnas de esa energía que recorre los montes, ríos y pueblos y, cuando te quieres dar cuenta, te sientes unida de una forma difícil de explicar a esas personas con las que estás compartiendo la experiencia.
Sin embargo, lo que menos me esperaba aún es que me iba a sentir como me sentí poco tiempo después, cuando ya estaba en Alemania. Le echaba de menos, de una forma totalmente inesperada. Había ido a visitarle a su pueblo en Navarra antes de mudarme a Alemania en septiembre de 2009. Una vez me subí al autobús para marcharme de vuelta a Barcelona, sentí una tristeza que me invadía entera… y no entendía nada.
Las piedras del camino
Nunca me había sentido así antes y lo único que alcanzaba a comprender es que me sentía tan a gusto a su lado, hablando con él, que no me quería ir de allí. Pero me fui, eso sí, con una piedrecita del Camino que me regaló como recuerdo y que estuve apretando en mi mano durante un buen rato. Yo le había regalado otra unas semanas antes, con una postal. Y ambos la llevamos como collar desde entonces.
Pero no fue hasta que nos volvimos a ver en Valencia al mes siguiente, en el encuentro de peregrinos, que nuestros sentimientos afloraron intensamente cuando nos volvimos a ver y nos abrazamos. Esa noche Javi me cogió de la mano en el coche de nuestra amiga. Yo estaba callada y él quiso llamar mi atención desde el asiento de delante. Llevó su brazo hacia atrás y su mano buscó la mía. De golpe, ese gesto secreto revolvió todo en mi interior y, recostada sobre el respaldo de su asiento, no paraba de sonreír. Sentí una conexión que nunca antes había experimentado. Sus caricias eran constantes y se enredaban entre mis dedos de una forma natural, casi inevitable. Era la madrugada del 11 de octubre de 2009.
Yo había empezado mi camino exactamente dos meses antes.
Un sentimiento difícil de explicar
Han pasado muchas cosas desde entonces. Hemos compartido tanto el sentimiento de la distancia como el de la convivencia, distintas situaciones familiares, varios viajes llenos de ilusión y reencuentros, algún momento crítico, acontecimientos importantes y también los pequeños detalles del día a día.
En este tiempo nos hemos ido adaptando a distintas situaciones y, justo cuando creí tenerlo “todo”, es decir, un objetivo profesional cumplido con el que logré independizarme, lo que para mí era muy importante en ese momento, y compartir mi vida con la persona que quiero… sin saber por qué, me invadió otro sentimiento nuevo al cabo de un tiempo: una crisis existencial que me costó bastante poder expresar.
Pero con el cariño y la comprensión de mi pareja, los momentos difíciles se vuelven más llevaderos. Siento que somos un equipo y esto nos ha llevado hasta este punto, en el cual tengo la firme intención de transformar mi crisis en una nueva oportunidad vital. Para ello seguiré caminando junto a mi compañero de vida por donde nos guíe nuestra intuición.
Ahora seguiremos nuestras andaduras con nuestro actual proyecto en común: un viaje por Sudamérica que empezaremos en septiembre de 2017 realizando un voluntariado con una congregación española en Arequipa (Perú), durante un mes, en el cual ayudaremos con nuestras respectivas habilidades y en todo lo que nos sea posible. Lo que venga después, ya se verá.
Hola preciosa!!! Qué bonito y qué bien escribes!!!! Hacia tiempo que no leía un relato de una historia de amor tan bonita y que tanto amor, valga la redundancia, destila….Me has emocionado……Espero que vuestra futura “aventura” te aporte todas esas experiencias y nuevos conocimientos que tú deseas; Seguro que sí porque toda esa ilusión que estais depositando en ella se merece una gran recompensa y seguro que lo vais a conseguir porque os lo merecéis!!!
Un beso muy fuerte y todos mis mejores deseos desde Irún!!!!
Tu tia Isabel
¡Muchas gracias tía! ¡¡Qué ilusión me hace lo que escribes!! 🙂 Sobre todo espero aprender mucho de cada nueva situación 🙂 ¡¡Un abrazo muy muy fuerte!!
Me ha emocionado mucho tu historia, una historia de amor de verdad, sin resistencias, de abrirse y darse sin más, de luchas compartidas y de ilusión y nuevos proyectos que afrontar. Un amor que se expande y crece, como tú, querida!
Un beso
María Jesús
¡Me alegro mucho de que te haya gustado, María Jesús! 🙂 Tal y como viví ese viaje, al dar un primer paso en León y dejarme llevar por la experiencia, siento que esta vez tengo que confiar también en el día a día que nos encontremos en el camino, aprender de cada pequeño éxito o fracaso y seguir hacia adelante… 🙂 ¡Un beso guapa!
Puxixu!
Me alegro de que consigas exteriorizar todas tus emociones de esta forma, te queda bien bonito y te auguro una experiencia exquisita 🙂
Un beso,
Marta
¡¡Guapaa!! ¡¡Muchas gracias!! 🙂 Últimamente escucho mucho esta canción que me anima a volar… ¡Te echo de menos! 🙂 ¡¡Un abrazo enorme!!
Ana!!!! Qué bonito!!! Me encanta cómo escribes, cómo expresas tus sentimientos y esta historia es muy bonita… Espero que nunca termine y que este nuevo proyecto este lleno de emociones y vivencias que nunca olvidareis, os deseo mucha suerte, un besazo para los dos
¡Muchas gracias, Sonia! 🙂 si, la verdad es que a veces cuesta expresar los sentimientos… Y desapegarse del pensamiento sobre el futuro, aún más, pero como no se puede prever, creo que es mejor intentar enfocarse en el presente. ¡Gracias por tus buenos deseos! 🙂
hola te deseo mucha felicidad … No sé si vamos a ver unos a otros antes de partir para la América del Sur, pero el recuerdo siempre nos mantendrá unidos
¡¡Hola Sandro!! ¡Muchas gracias! No te preocupes, ¡eso es, lo importante es que lo intentaremos! 🙂 ¡Nos acordamos mucho de vosotros y os deseamos también todo lo mejor! 🙂
¡¡¡¡¡Cuantas emociones!!!! …y cuanto amor♡♡♡♡ ……deseando que sigas relatando tus pensamientos y reflexiones…ti voglio bene principessa…Bssssss
¡¡Anche io María!! ¡¡Muchos besos, guapísima!! ¡¡Nos vemos pronto!! 🙂
Esa es ya mi cuñada así la considero y así la veo,son felices, se quieren y eso es lo que importa. Deseo que en Perú junto a mis hermanas de congregación tengais una linda experiecia y lo que sea Dios pondrá en vuestro camino, las cosas no suceden porque sí.
¡Muchas gracias Mª Eugenia! Sii y por nuestra parte intentaremos ayudar de la mejor forma que sepamos 🙂 ¡Un beso y un abrazo muy fuerte!
Hola princesa!
Muy real y con sentimiento lo expresado.
Ha vuelto la vivencia del camino a mi piel.
Me he quedado con ganas de más !!!!
Te quiero mucho
GRACIAS
Un beso grande
Hasta pronto
¡Qué ilusión, Vicen! ¡¡Yo también te quiero mucho!! 🙂 ¡Un beso enorme de parte de los dos! ¡Hasta pronto, guapa!
Molta sort en la nova aventura! I digues-li al Javi que Pink Floyd rules ???
Visca les històries d’amor!!!
Una abraçada per tots dos ?
Maite
Gràcies Maite! Quina il·lusió! jeje 🙂 Ja li he dit i t’envia records! Una forta abraçada per vosaltres també!?
Que bonitos soys! Os queremos. Oriol y Alba.
¡Nosotros también! ¡Nos ha encantado compartir con vosotros estos días! La conexión fue instantánea 🙂 ¡Un abrazo!
Si es hermosa la historia y son hermosas las personas que la viven.Por ese tiempo del que hablas tambien viniste a Argentina y hablaste de TU PILLGRIMM y creo que tuvimos la sensacion en la flia que era el principio de otros viajes ,pues era un señal que la mas pequeña cruzara el Atlantico quiza mas por amor que por turismo.Y DE ESO HABLAS EN TU BLOG DEL AMOR EN TODAS SUS MANIFESTACIONES Y DE COMO EL AMOR SE MEZCLA EN TODOS TUS CAMINOS.Tambien es lo que te enseña EL CAMINO Todo se trata del amor y de ese regalo diario que tenemos que es el PRESENTE y que siempre trae otras posibilidades y te lleva a vivir experiencias vitales que hacen poco a poco convertirte en la persona que quieres ser o por lo menos no ser quien tu no quieras,Igual ya te haras cargo de tus genes que han sido en la familia bastante curiosos y avidos de conocimiento y estos en LAS CONSTELACIONES FAMILIARES AYUDAN a ir entendiendonos mejor y beber lo mejor de la vida con merecimiento y agradecimiento.
¡Tienes razón, Betty! El camino te enseña un montón de cosas… Y, además, eso es lo que más me gusta, ¡aprender a disfrutar del presente! Cada día que empieza es una nueva oportunidad 🙂 ¡Por nuestra parte haremos lo imposible para vernos en Argentina! jeje 🙂 ¡Un fuerte abrazo!